Apuntes del curso «Convivir con los demás» (II)

Cuando surge una emoción negativa hay que, simplemente observarla y mirarla como si fuera un invitado ya que no forma parte de nuestra naturaleza auténtica.
En vez de recrearnos y justificarla con argumentos mentales, debemos interrumpir, con la atención plena, la cascada de pensamientos que la sostienen.
En cuanto lo conseguimos, la emoción se debilita y, finalmente, desaparece.

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