Una de las más desconcertantes y decepcionantes actuaciones de la raza humana es la obsesión por eliminar a los que presentan algún signo característico que los diferencia del «grupo dominante».
Los «fuertes», los que mandan, sienten la necesidad de eliminar a los individuos que presentan diferencias culturales, raciales o lingüísticas no comunes a ellos.
Ven en la diversidad una sería amenaza sobre el control y el poder que pretenden mantener sobre los demás.
Estudiando la historia, es fácil llegar a la conclusión que muchas de las más sangrientas masacres que han asolado a la humanidad parten de un profundo sentimiento de ira hacia aquellos que son diferentes.
No hay duda de que la diversidad es una riqueza, cualquier persona inteligente y culta estará de acuerdo con esto, especialmente, cuando se produce dentro de un mismo país, España es un buen ejemplo de esa riqueza con sus diferentes lenguas, costumbres, paisajes, tradiciones…etc entonces…¿porqué esa obsesión en atacarla o eliminarla por parte del grupo dominante?
Creo que la respuesta podríamos encontrarla en este genial proverbio Zen:
«La gente que se siente pequeña consigue sentirse más grande cortando la cabeza de los demás» , yo añadiría…»…y, especialmente, la de los que son diferentes.
Así es, el ataque a la diversidad no es más que un síntoma enfermizo de debilidad, de miedo a perder el control sobre el otro.
La diversidad es un bien, una gran riqueza que nos da la oportunidad de aprender de los demás, de abrir nuestras mentes a nuevas ideas, nuevos pensamientos, nuevas culturas, de darle la mano al otro, de mirar al que es diferente con respeto y comprensión, de trabajar juntos hacia una convivencia en paz.
-- José Antonio Chic Director de Ensemble XXI Pl. Aragón, 6 22400 Monzón (Huesca) Tel. 616 38 17 07